La tercera jornada de búsqueda de los dos jóvenes que están desaparecidos desde el miércoles, cuando fueron arrastrados por una ola mientras se iban hacer una foto en los acantilados de Cala Mandia, en Manacor, concluyó ayer sin resultado, pese a la intervención de efectivos del Grupo Especial de Actuaciones Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, que rastrearon la zona gracias a la mejora de las condiciones del mar. Los efectivos de emergencias tenían previsto retomar hoy el operativo.

Después de que el fuerte oleaje impidiera el jueves a los submarinistas participar en la búsqueda, ayer sí que pudieron meterse al agua y rastrearon sin resultados varias cavidades del litoral siguiendo indicaciones de los pescadores de la zona, según informó el Ayuntamiento de Manacor.

Si bien el oleaje había disminuido respecto al día anterior, la visibilidad en el fondo del mar continuaba siendo mala, por lo que los buceadores esperaban intentar hoy una nueva búsqueda en mejores condiciones.

Además de los GEAS y las patrullas de tierra de la Guardia Civil, también participaron en la búsqueda agentes de Unidad Territorial de Costa (UTC) de la Policía Local de Manacor, embarcaciones de Protección Civil, el remolcador Marta Mata de Salvamento Marítimo, así como un avión un helicóptero del Ecuadrón de búsqueda y salvamento SAR del Ejército del Aire, con base en Son Sant Joan.

Fuentes de Salvamento Marítimo explicaron que sus técnicos han calculado la derrota que habría seguido un objeto arrastrado por el viento y las corrientes en la zona durante los últimos días, por lo que la zona de búsqueda se amplió hasta unas doce millas maradentro y hacia el norte, hasta la altura del Cala Rajada.

Está previsto que hoy continúe la búsqueda por parte de la Guardia Civil y la Policía Local. Los responsables de los equipos de emergencia esperan que las condiciones del mar mejoren a lo largo del fin de semana, lo que permitiría a los buzos ampliar la búsqueda

Los dos jóvenes, uno de nacionalidad colombiana y el otro venezolano, de 20 y 23 años de edad, desaparecieron el miércoles sobre las cinco de la tarde por la tarde en un acantilado de Cala Mandia. Iban acompañados de un tercer joven, también colombiano, que se disponía a hacerles una foto cuando fueron arrastrados por una gran ola.

Los tres trabajaban en obras de adecuación de un hotel próximo al lugar de la desaparición.

Desde la tarde del miércoles se puso en marcha un gran operativo de búsquda en el que participaban efectivos de la Policía Local y Nacional, Guardia Civil, Protección Civil y Salvamento Marítimo. Este despliegue se enfrentó a condiciones muy malas, con un mar de fondo que provocaba olas de cuatro metros y enturbiaba el fondo marino.