El pasado jueves se produjo un incendio en un piso de la carretera de Valldemossa, en Palma, en el que cinco personas tuvieron que recibir asistencia médica por quemaduras e inhalación de humo. La casualidad quiso que en los bajos del edificio hubiera una tienda de venta de extintores. Así que si a los bomberos les faltaba algo de material, lo tenían cerca.