El propietario de un deslumbrante Ferrari 458 Spider corrió presuroso ayer a estrenarlo en compañía de su hermano. Sobre las ocho de la mañana había desembolsado los 300.000 euros de su precio. Poco más de dos horas después, el coche era siniestro total después de estrellarlo contra una cuneta en es Murterar. Los dos ocupantes resultaron ilesos.

El accidente ocurrió sobre las diez y media de la mañana en el kilómetro 2 de la MA-3470, la carretera que une es Murterar con Alcúdia. El dueño de un próspero ´rent a car´, de 47 años de edad, acababa de adquirir el deportivo italiano. Decidió probarlo acompañado por su hermano.

Cuando se encontraba en un tramo recto, perdió el control del Ferrari Spider. El potente deportivo capaz de alcanzar los 320 kilómetros por hora y de desarrollar una potencia de 570 caballos, que le permite ponerse de 0 a 100 kilómetros por hora en menos de 3,4 segundos, se le fue de las manos.

El deportivo impactó con violencia contra el guardarraíl y se empotró contra el talud. El Ferrari Spider quedó convertido en un amasijo de hierros. Por fortuna, su robusta cabina mantuvo completamente a salvo a los dos ocupantes del vehículo.

De hecho, después del brutal choque, los dos hermanos salieron por su propio pie y anduvieron por la cuneta. Los dos ocupantes dejaron el coche en la cuneta y se marcharon.

Tras recibir varias llamadas alertando de la presencia del vehículo accidentado en la cuneta, agentes de la Guardia Civil de Tráfico se desplazaron hasta el lugar. La principal preocupación era tratar de localizar a los ocupantes del mismo.

La primera hipótesis que se plantearon es que el conductor habría optado por dejar el carísimo vehículo abandonado para evitar dar positivo en la prueba de alcoholemia. Sin embargo, cuando el conductor y su hermano decidieron volver al lugar no tuvieron ningún reparo en someterse al test. El control dio un resultado negativo.

El lujoso deportivo, de matrícula alemana, quedó completamente destrozado. Fue trasladado en una grúa hasta el taller de la empresa de alquiler de coches, en la avenida Tucán de Alcúdia, para tratar de repararlo. No obstante, todo apuntaba a que se trataba de un siniestro total.

Los agentes de la Guardia Civil de Tráfico abrieron una investigación para tratar de esclarecer las circunstancias que rodearon el accidente de tráfico. Todos los indicios apuntaban a que el conductor circulaba a una velocidad excesiva para el tipo de vía en la que se encontraba, de un solo carril por cada sentido.

Según apuntaron algunos especialistas, la forma en la que impactó el coche indicaba que el conductor "no estaba familiarizado" con un coche tan potente de tracción trasera, y que pudo perder el control.