La fiscalía reclama penas que suman 84 años y medio de prisión para Mohamed E.B., el ciudadano marroquí acusado de matar a un hombre a puñaladas y herir a otras nueve personas clavándoles un cuchillo en plena calle en Sant Antoni, en Eivissa en 2011. El hombre atacó con el arma blanca a todo aquel que encontraba a su paso mientras profería amenazas e insultos tales como "hijos de puta, os voy a matar". Cuando la Guardia Civil le paró los pies, el sospechoso arremetió también contra dos agentes a quienes golpeó con un palo de madera.

El ministerio público acusa al presunto agresor, de 44 años de edad, de un delito de asesinato consumado, otros nueve en grado de tentativa, atentado, daños y dos faltas de lesiones. Además de la condena de cárcel, el fiscal también pide para el imputado tres penas de multa y que indemnice a los perjudicados con más de 400.000 euros. Las compensaciones más elevadas son para la mujer del fallecido, que también fue apuñalada por la espalda, y otros dos ciudadanos, uno de los cuales quedó tuerto por una cuchillada en el ojo, mientras que el otro perdió un riñón y el bazo.

El presunto asesino, que permanece en prisión provisional desde febrero de 2011, previsiblemente será juzgado por un jurado popular en la Audiencia Provincial de Palma a principios del próximo año 2013.

Los hechos se remontan al mediodía del pasado 23 de febrero de 2011. Sobre las doce y media, Mohamed E.B. salió del hostal Marino en el que se alojaba en la localidad de Sant Antoni de Portmany, en Eivissa, armado con un cuchillo de diez centímetros de hoja y dispuesto a atacar a quien se encontrara a su paso, según la versión de la fiscalía.

En un primer momento, el acusado se dirigió a un supermercado del municipio en el que entró y, sin mediar palabra, supuestamente apuñaló a un joven empleado que se encontraba agachado en el pasillo reponiendo productos de la sección de perfumería. El afectado, que no tuvo la opción de defenderse, sufrió una cuchillada en el cuello.

Apuñala a la cajera

Acto seguido, el sospechoso se aproximó por la espalda a la cajera del supermercado, de 56 años, a la que clavó el arma blanca en la cabeza. Instantes después, salió del comercio y entró en otro establecimiento donde presuntamente apuñaló de forma sorpresiva en el cuello a un hombre de 48 años a quien seccionó la yugular interna. A consecuencia de esta grave lesión, el herido entró en coma por una falta de oxígeno en el cerebro y, un mes después, el 30 de marzo, murió en el hospital. La esposa del fallecido también fue atacada al recibir una cuchillada por la espalda.

El hombre salió a la calle corriendo, apuñaló a una joven en el cuello y luego a otro peatón en plena vía pública, según el fiscal. Luego, irrumpió en un locutorio y clavó el cuchillo en un ojo a un trabajador, que quedó tuerto. El presunto asesino regresó de nuevo a la calle donde agarró a otro ciudadano por el cuello mientras le daba varias puñaladas en el costado. Otros dos peatones también sufrieron cuchilladas en el costado y uno de ellos perdió el bazo y un riñón por la grave agresión.

Al final, el acusado arrebató un palo de madera a una de sus víctimas y golpeó un coche, cuyo conductor trató de atraparle. El hombre también apaleó a dos guardias civiles momentos antes de ser detenido, según la versión del ministerio público.