La Guardia Civil de Santa Eulària descubrió en una finca en la localidad ibicenca de Sant Joan de Labritja una importante plantación de marihuana y un laboratorio para transformar el hachís.

Los agentes del Instituto Armado montaron un dispositivo especial de vigilancia y observaron la existencia de gran cantidad de plantas en su interior. Con la correspondiente orden judicial, irrumpieron en el inmueble.

Durante el registro, los guardias civiles hallaron en la finca 40 plantas de cannabis sativa (marihuana) plantadas en el terreno. Otras 39 plantas, ya cortadas, se encontraban dispuestas en una dependencia que estaba habilitada como secadero.

Asimismo, los agentes encontraron una gran cantidad de polen de hachís. Hallaron una tableta de esta sustancia y garrafas de agua de cinco litros y de litro y medio. En el interior había polen mezclado con agua congelada. Numerosas cajas contenían cogollos secos de cannabis. También tenían una prensa hidráulica, con sus planchas y molde, para hacer las tabletas. Además, en la estancia se había ubicado una envasadora al vacío, bolsas de envasado y básculas de precisión.

En un registro más exhaustivo, los agentes de la Guardia Civil encontraron una dependencia semienterrada de grandes dimensiones. La estancia estaba habilitada y acondicionada para el cultivo interior de plantas de cannabis.

El compartimento estaba dotado de todo tipo de utensilios para que las plantas de cannabis sativa crecieran rápidamente. Los agentes del Instituto Armado encontraron en estas dependencias lámparas de calor y termómetros.

En total, la operación antidroga en este inmueble de Sant Joan de Labritja se saldó con la intervención de 5,27 kilos de marihuana y siete kilos de polen. El dueño fue detenido por un delito contra la salud pública.