Agentes de la Policía Nacional de Palma arrestaron esta semana a un presunto estafador que habría conseguido en pocos días un botín de 11.500 euros vendiendo dos veces, de forma simultánea, el mismo reloj, un lujoso Rolex que un amigo le había dejado en depósito. Los investigadores destacaron la dificultad que representó seguir la pista del sospechoso, un hombre "muy escurridizo" y experto en este tipo de delitos.

Fuentes de la Policía informaron de que el detenido, un español de 58 años, fue denunciado por un amigo por apropiarse un reloj valorado en 12.000 euros que le había dejado en depósito, con la intención de que se lo vendiera.

La denuncia se interpuso en la comisaría de Policía ese mismo mes. Según explicó el denunciante, le había dejado el reloj a un amigo para que lo vendiera, ya que le había comentado que conocía a un posible comprador. Sin embargo, no había vuelto a saber nada de su reloj ni del dinero que en teoría debería recibir.

El caso quedó en manos de la comisaría de Distrito Centro de la Jefatura, que siguieron la pista al denunciado y llegaron a la conclusión de que no tuvo en ningún momento la intención de devolverle el reloj al propietario ni de entregarle el dinero que obtuviera.

Pero la cosa no acabó ahí. Los agentes descubrieron que el sospechoso había vendido el reloj dos veces de forma simultánea. La primera a una conocida joyería de Palma, por 5.000 euros, y la segunda a un particular afincado en Valencia, que le envió una transferencia de 6.500 euros.

La Policía arrestó al presunto timador y recuperó el reloj en cuestión, así como 3.150 euros y otro reloj, valorado en 1.000 euros, que habría adquirido con parte del dinero obenido con la estafa.

Las fuentes policiales destacaron las complicaciones del caso, ya que el sospechosos, con experiencia anterior en este tipo de delitos, era una persona extremadamente "escurridiza".