La Guardia Civil de Palma celebró por primera vez la fiesta de su patrona, la Virgen del Pilar, en el patio de la Almudaina, un recinto que le confirió al acto una solemnidad y un empaque del que carece el recinto del aeropuerto utilizado los últimos años. Al final todo salió bien, pese a que en los momentos previos eran muchos los que miraban con nervios al cielo, conocedores de las previsiones de fuertes lluvias que se nos venían encima. Pero la Patrona debió velar una vez más por la Benemérita. El sol brilló y la temperatura era agradable. Finalizó el acto sobre las doce del mediodía y fueron muchos los que se quedaron de tertulia en la explanada de la Catedral hasta que, sobre la una, de repente, el cielo se cubrió con unos nubarrones negros, una ventolera se llevó por delante las vallas colocadas por la Policía Local y empezó a llover a cántaros. Los últimos tertulianos tuvieron el tiempo justo para despedirse y correr a resguardarse.

Estaba en todo

Uno de los responsables del éxito del acto fue el teniente coronel Jaume Barceló. En los momentos previos a la ceremonia se le podía ver ocupándose de la organización y explicando a los ilustres asistentes por dónde podían entrar y dónde instalarse, o encomendar a alguno de los guardias que mantuviera expedito el pasillo por donde debían pasar las autoridades.

Iilustres homenajeados

Entre los homenajeados, un veterano ilustre como el comandante Joaquín Molina, que ha pasado a reserva, al igual que el guardia Francisco Pedregosa; los sargentos Alejandro Perdigón, Joaquín Carmona y José Jiménez; y los agentes Cristino Seguí, Ignacio Montero, Roberto Ortiz, Cipriano Zapatero, César Rabadán, Manuel Lobo, Félix Martín, Juan Canedo y Abel Souto. Durante el discurso del coronel se vio a una mamá, guapísima con uniforme y tricornio, desalojar a un insurrecto que no levantaba dos palmos del suelo. No creemos que le leyera sus derechos.

El laberinto de vía alemania

Los juzgados de Vía Alemania llevan una semana de obras para reforzar los pilares, que sufren deficiencias estructurales. Las reformas han dejado fuera de servicio varios tramos de escaleras, con las consecuentes molestias para los usuarios, que deben esperar el ascensor para descencer una planta.

Ya no nos respetan

El miércoles por la mañana la dotación de un coche zeta de la Policía Nacional se detiene en un semáforo en rojo junto a laPlaza del Tubo y saludan a un amigo que está en la acera. A su lado pasa un coche que se salta el semáforo a toda velocidad. "Ya no nos respeta nadie", comenta el agente con resignación mientras enciende las sirenas y se lanza tras el infractor.