La Policía Judicial de la Guardia Civil detuvo ayer al compañero sentimental de la mujer venezolana cuyo cadáver apareció en mayo pasado degollado y con golpes en la cabeza en un camino en Eivissa. El sospechoso, un agente de la Policía Local de Sant Josep de 45 años, habría asesinado a su pareja tras una discusión, según creen los investigadores. El acusado fue trasladado a dependencias del instituto armado, donde será interrogado antes de ser puesto a disposición judicial.

El cuerpo sin vida de Maria Karina Rosales, una venezolana de 39 años que trabajaba como maquilladora, fue descubierto por dos excursionistas el pasado 13 de mayo en una casa abandonada de Cala Salada, cerca de la carretera que une Santa Agnès y Sant Antoni. La víctima presentaba un profundo corte en el cuello, que le había seccionado la tráquea, además de varios golpes en la cabeza. Tenía también unas marcas en los dedos que, según los forenses, podían ser signos de defensa.

La desaparición de la mujer había sido denunciada días atrás por su compañero sentimental, quien aseguró que la había dejado el 11 de mayo en un bar de Eivissa con unos amigos y no había vuelto a saber de ella. El hombre explicó que mantenía una relación con la víctima desde hacía un tiempo y que ambos convivían en una casa de campo de Benimussa, colaborando en todo momento con los agentes.

Las pesquisas, bautizadas como ´Operación Badu´, se complicaron cuando los investigadores supieron que la mujer era muy asidua a las redes sociales de Internet. A lo largo de estos meses, la Guardia Civil ha investigado a decenas de personas que se relacionaban con la víctima a través de estas páginas, por lo que el abanico de sospechosos fue muy amplio y obligó a los agentes a realizar multitud de gestiones y comprobaciones.

Así, descubrieron que el novio de la víctima había aportado datos falsos y llegaron a la conclusión de que el autor del crimen era él. Ayer a primera hora de la tarde, Francisco R.R. fue arrestado. Según creen los agentes, el hombre habría asesinado a su pareja tras una discusión. El acusado es aficionado a buscar setas, por lo que conoce bien el paraje donde apareció el cuerpo. Está previsto que el martes sea puesto a disposición del juzgado de guardia de Eivissa.