El titular del juzgado de instrucción número 5 de Palma, en funciones de guardia, dejó ayer en libertad con cargos a la pareja de asaltantes detenida el viernes después de atracar una joyería. La colaboración ciudadana propició su arresto.

El atraco frustrado ocurrió en torno a las doce y media del mediodía del viernes en una joyería situada en el número 4 de la calle Argenteria de Palma. Una pareja se adentró en el establecimiento demostrando un falso interés por las joyas.

Nada más abrocharse del cuello dos colgantes de oro, escaparon del lugar a la carrera. La propietaria de la joyería, de edad avanzada salió a la calle en busca de ayuda. "¡Auxilio, que me roban!", clamó.

Sus súplicas no pasaron inadvertidas para las numerosas personas que se encontraban en ese momento en la calle. Comerciantes, clientes, transeúntes y hasta la vigilante de seguridad de una tienda de compraventa de oro decidieron colaborar para dar caza a los asaltantes.

El joven de 21 años se tuvo que esperar ya que su compañera, de 22, se iba quedando rezagada. Esa decisión resultó ser fatal. Permitió a los ciudadanos concienzados darle alcance. Así, el dueño de un bar de la zona logró retenerle hasta la llegada de la Policía.

Mientras tanto, la vigilante de seguridad del establecimiento de compraventa de oro se hizo cargo de la mujer.

Los efectivos policiales no tardaron en llegar. Agentes de la Policía Local y funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía se personaron poco después en el lugar. Estos últimos se hicieron cargo de la detención de la pareja. Las piezas de oro estaban valoradas en unos 1.600 euros. Los atracadores dijeron que solo querían dinero para volver a Menorca.