Los bomberos del Consell de Mallorca contemplan estupefactos cómo las mejoras materiales prometidas no acaban de llegar.

Cinco autoescaleras y cuatro autobombas urbanas ligeras de última generación se hacinan en el concesionario mientras se ven obligados a actuar con vetustos vehículos.

Como ya adelantó DIARIO de MALLORCA el pasado 4 de marzo, los bomberos del Consell de Mallorca se lamentaban de la falta de vehículos autoescalas. Pese a esta circunstancia, nueve equipamientos modernos permanecen desde hace meses en un concesionario de Santa Maria sin que acaben de llegar a sus manos.

Las cinco autoescaleras automáticas, de 32 metros de altura, pasarían a formar parte de la dotación de los parques de Alcúdia, Calvià, Inca, Llucmajor y Manacor. Desde hace cuatro meses permanecen paradas en un concesionario de Santa Maria.

La carencia no se circunscribe solo a los vehículos. Están dotadas con decenas de sensores electrónicos que se están deteriorando en la intemperie junto con el juego de equipamiento que llevan en su interior.

Entre los dispositivos con los que cuentan destaca una camilla situada en la punta de la escalera. Esto permite evacuar a un accidentado a 32 metros de altura, colocado en camilla, con total seguridad. También dispone, además, de un colchón de salvamento para situaciones de peligro de un precipitado.

Mientras tanto, los bomberos del Consell de Mallorca disponen solo de dos vetustas autoescalas –una en Inca y otra en Calvià– que han superado con creces su vida útil. "Cada una tarda siete minutos en llenar los calderines de aire para estar operativas", denuncian desde el sindicato Comisiones Obreras. Una auténtica eternidad en caso de emergencia.

Otro tanto ocurre con las cuatro Bombas Urbanas Ligeras (BUL). También permanecen inmovilizadas en un concesionario de Santa Maria. De ser adjudicadas, pasarían a formar parte de los parques de Inca, Felanitx, Llucmajor y Sóller.

Estos vehículos están equipados con un material novedoso que tampoco acaba de llegar a las manos de los bomberos del Consell de Mallorca. Entre estos elementos se encuentran cámaras térmicas, ventiladores de presión positiva, cuerdas de rastreo y toda una serie de elementos destinados a sustituir los viejos equipamientos de las dotaciones actuales.

Las cámaras térmicas son imprescindibles para la rápida localización de víctimas entre el humo y los focos de los incendios. Permite solucionar rápidamente situaciones de peligro y la extinción del incendio.

Mientras, los ventiladores de presión positiva se utilizan para eliminar de forma rápida el humo caliente de las viviendas y poder actuar mejor y más rápido en el incendio. Minimizan las consecuencias del fuego.

Faltan 4 millones

"¿Cómo es posible que el dinero que se aprobó en 2010 para comprar esos vehículos se traspase al presupuesto de 2011 y al llegar los vehículos no estén los 4.085.600 euros para su adquisición?", denuncian desde el sindicato Comisiones Obreras.

"Los nueve camiones ni están ni se les espera", apuntan desde CCOO con cierta indignación. "Todavía no nos han dado una fecha de cuándo podremos contar con un camión de estas características", subrayan.

La respuesta ante sus continuas reivindicaciones siempre es la misma: "No hay dinero". A medida que se instale la temporada alta en Mallorca, los bomberos vaticinan que se pueden multiplicar las situaciones de riesgo acentuadas por esta precariedad de medios materiales y humanos. "El Consell confía la seguridad de los ciudadanos a la suerte que nos acompaña desde hace tantos años", recalcan desde el sindicato. "Solo podemos rezar para que no pase nada gordo", resaltan. "La falta de medios supone un riesgo para los bomberos y los mismos ciudadanos". Otro tanto ocurre con la plantilla. El sindicato la considera insuficiente para atender la demanda.