En sus tarjetas de visita figura el rango de "Príncipe de...", aunque los investigadores sospechan que el título es falso. Junto a su mujer se había convertido en una figura habitual en los eventos de la alta sociedad alemana de Puerto Portals, entre los que destacaban por su carácter extravagante. Aparentaban una gran solvencia económica, que en muchos casos utilizaban para captar a clientes para su empresa de inversiones, a los que prometían una rentabilidad elevadísima. La Policía Nacional arrestó el martes a la pareja, acusada de una estafa piramidal con unos 200 afectados, a los que habrían defraudado unos nueve millones de euros.

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