­"Creo que vamos a sentarlo en el banquillo de los acusados", comentó ayer la madre de la modelo que denunció por violación al príncipe saudí Al-Waleed bin Talal bin Abdul Aziz Al-Saud, en la cafetería del hotel de la Marina en el que se alojaron, una hora antes de la declaración de su hija en el juzgado. "No he dormido en toda la noche, estoy muy nerviosa", añadió la víctima, que ayer ratificó la denuncia ante el juzgado de instrucción número 3 de Eivissa.

Soraya, que ahora tiene 23 años, denuncio el 13 de agosto de 2008 al magnate saudí, sobrino del rey de Arabia Abdalá bin Abdelaziz, uno de los hombres más ricos del mundo. La de ayer fue su tercera declaración por esta causa. Ya explicó lo sucedido a un juez en Madrid y a otro en Alemania. La modelo sigue trabajando, sobre todo en España, Alemania e Italia. "Continúo mi carrera, no voy a dejarlo por esto, me va muy bien", comentó, nerviosa. "Me da igual que sea millonario. Como si hubiese sido panadero. Tiene que ser condenado", añadió.

Según la denuncia, un joven instó a Soraya a acudir a una fiesta privada en la desaparecida discoteca El Divino. Alguien echó droga en su bebida. Lo siguiente que recuerda es que estaba en un camarote del yate de lujo Turama, fondeado frente a la isla, con un hombre encima que estaba abusando de ella. La modelo identificó a Al-Waleed como su violador. "Nos tratan como si fuésemos nosotros los agresores", se lamentó la víctima antes de la declaración. "Tengo muy claro lo que pasó", añadió.

"Es increíble que nos tengamos que desplazar a la isla para ratificar la declaración, tres años y tres meses después", se lamentó la madre de la modelo, Susana.