El hombre de 31 años que resultó intoxicado muy grave en el incendio de su vivienda en la calle Manacor de Palma, que costó la vida a su abuela, permanecía ayer hospitalizado en estado crítico y en coma. El joven seguía bajo continua vigilancia médica en la UCI de Son Llàtzer.

Las dos víctimas fueron rescatadas inconscientes y en parada cardiorrespiratoria del interior de su vivienda, en la que quedaron atrapadas al declararse un incendio el pasado domingo por la tarde, en el número 36 de la calle Manacor. Los servicios sanitarios lograron reanimarlos pero su estado era de extrema gravedad debido a la gran cantidad de humo que inhalaron.

La anciana, Magdalena R.S., de 76 años, ingresó en Son Espases en estado crítico. Necesitaba respiración asistida y sufría graves problemas circulatorios. No logró recuperarse y el lunes por la tarde falleció. Su nieto seguía ayer en la UCI del hospital Son Llàtzer en coma, con pronóstico muy grave y en estado crítico, explicaron fuentes médicas.

Mientras tanto, la Policía sigue investigando las causas del incendio, que destruyó completamente la vivienda y obligó a desalojar todo el edificio. Las pesquisas apuntan a que el fuego comenzó de forma fortuita.

El fuego se declaró poco antes de las seis de la tarde en el domicilio de las víctimas, un sexto piso en el número 36 de la calle Manacor. Parece ser que las dos víctimas estaban durmiendo cuando se declaró el incendio. Según el relato de los vecinos, el hombre trató de abrir la puerta para escapar, pero no lo consiguió porque al parecer estaba cerrada con llave por dentro.

Los bomberos tuvieron que derribar la puerta para rescatar a las víctimas. El piso quedó completamente destruido por el fuego.