La muerte de Andy Tille provocó ayer una honda conmoción en el reducido entorno del pequeño aeródromo de Vilafranca. Nadie achacaba el accidente aéreo a una falta de pericia del experimentado piloto alemán. Todos los indicios, según los expertos, apuntaban a un fallo mecánico como la posible causa del siniestro.

“Ese modelo de autogiro tiene un fallo estructural en el motor”, indicó ayer Juan Socías, un experimentado piloto subcampeón mundial y europeo con la selección española de acrobacia aérea, con una escuela en el aeródromo de Vilafranca.

Socías se remitió a un accidente ocurrido hace unos meses en la península con un autogiro ELA, el mismo modelo que el siniestrado ayer en Vilafranca. Un aspa se soltó cuando hacían un vuelo rasante. Por suerte estaban a muy poca altura y los ocupantes de la aeronave solo sufrieron un tremendo susto y algunas contusiones al chocar contra el suelo.

Lea la noticia completa en la edición impresa

Adquiera el PDF de Diario de Mallorca