­El autogiro es una mezcla de helicóptero y aeroplano, considerado muy estable y seguro. El modelo en el que volaban las dos víctimas mortales del siniestro de Vilafranca, un ELA07-S, puede alcanzar los 180 kilómetros por hora y apenas necesita 50 metros para aterrizar y despegar.

Antecesor del helicóptero, el autogiro fue inventado por el ingeniero murciano Juan de la Cierva y realizó su primer vuelo en 1923. Con el posterior nacimiento de los helicópteros el autogiro cayó en desuso, aunque en los últimos años ha resurgido el interés por este aparato entre los apasionados de la aviación deportiva. Está considerado un aparato muy seguro aunque tiene un momento crítico. Tras el aterrizaje, mientras el rotor aún no se ha detenido, una ráfaga fuerte de viento lo puede volver a elevar.

Los dos alemanes que se estrellaron ayer en Vilafranca volaban a bordo de un modelo biplaza, el ELA 07-S, que lleva un motor 914 Turbo de 115 caballos y cuatro cilindros. Según la ficha técnica del fabricante, tiene capacidad para levantarse con un máximo de 450 kilos.

La velocidad máxima que puede alcanzar en pleno vuelo es de 180 kilómetros, aunque también es capaz de llegar a detenerse prácticamente en el aire, lo que le convierte en un aparato muy utilizado para contemplar paisajes desde el aire. Para despegar y aterrizar solo necesita recorrer una distancia de 50 metros, según su ficha técnica.