En plena mañana la Porta de Sant Antoni estaba ayer tomada por dos docenas de efectivos de la Policía Local de Palma. El despliegue obedecía, por segunda vez en un mes, a un estricto control del drogotest. Dos personas dieron positivo: una por cocaína y otrapor opiáceos o metadona.

El control policial se estableció a partir de las diez y media de la mañana. Muchos viandantes se sorprendieron al ver la gran cantidad de policías movilizados en este tramo. Una veintena de agentes participó en el dispositivo especial.

La elección de la Porta de Sant Antoni distaba de ser casual. No en vano se trata de uno de los puntos más conflictivos de Palma. Las postrimerías del antiguo barrio chino. La probabilidad, por tanto, de que alguien diera positivo al volante por consumo de drogas era muy elevada.

Las expectativas se cumplieron. La Policía Local practicó cinco etilometrías negativas. También se sometieron al drogotest a otras 15 personas con idéntico resultado.

Bastoncillo impregnado

En cambio, el control de drogas resultó positivo en dos casos. Al impregnar de saliva el bastoncillo y echar unas gotas en el narcotest quedó acreditado que esa persona, al volante de una furgoneta, había consumido cocaína.

De inmediato, los agentes comunicaron a esta persona que circular tras haber consumido sustancias estupefacientes acarreaba una sanción de 500 euros y la retirada de seis puntos del carné de conducir. Igualmente, la grúa municipal, estacionada a escasos metros, se encargó de retirar la furgoneta del infractor. Por otra parte, otra persona dio positivo por consumo de opiáceos.

El intendente jefe de la Policía Local de Palma, Antoni Vera, estuvo presente durante el dispositivo especial para combatir el consumo de drogas al volante, Vera se congratuló por los resultados de esta campaña. “Lo utilizaremos en todos los puntos de Palma especialmente conflictivos”, recalcó.