­Paulo César Baptista, el portero acusado de acabar en agosto de un puñetazo con la vida de Abel Ureña, su compañero de trabajo en el hotel Ushuaïa de Platja d´en Bossa, en Eivissa, fue detenido el sábado en Holanda. La Guardia Civil de Balears tenía ubicado en Holanda al presunto homicida desde mediados de septiembre. La madrugada del viernes al sábado los agentes neerlandeses, con la información facilitada por la Guardia Civil, pasaron a la acción y arrestaron a Baptista. El portero se había refugiado en casa de unos amigos, en un barrio de la periferia de Ámsterdam.

La noticia se filtró ayer al diario portugués Correio da Manhâ debido a que Baptista, nacido en el país luso, utilizó el derecho a efectuar una única llamada para ponerse en contacto con su hermano, que reside en Lisboa.

El Juzgado de Instrucción número 4 de Eivissa, que se encarga de este caso, ya ha recibido la notificación por fax de la policía holandesa de que Baptista ha sido arrestado. El supuesto homicida se halla arrestado en Holanda hasta que sea extraditado a España, puesto que está acusado del homicidio en Eivissa de Abel Ureña. En la detención ha sido clave la colaboración de los agentes del Grupo de Homicidios de la Guardia Civil de Palma con la Policía holandesa.

Además, este individuo tiene dos condenas pendientes en Portugal, que suman en total nueve años de prisión, por su pertenencia a la Mafia da Noite, una red de extorsión, trata de blancas y evasión fiscal en locales de ocio nocturnos de Lisboa. Las autoridades judiciales portuguesas también habrían solicitado la extradición de Baptista, según fuentes de la investigación.

Un puñetazo mortal

La agresión se produjo la medianoche del 19 de agosto. Abel Ureña, que trabajaba como camarero en el área vip del hotel Ushuaïa de Platja d'en Bossa, fue agredido por Baptista, que hacía funciones de portero en la misma zona. Solo le propinó un puñetazo, un crochet brutal que le desencajó la mandíbula y le produjo una conmoción cerebral de la que no pudo recuperarse, según quedó registrado en las cámaras de seguridad del hotel. Cuatro meses después, Baptista ha sido detenido en Holanda.

El 3 de septiembre, tras quince días debatiéndose entre la vida y la muerte, Abel Ureña falleció en la Policlínica Nuestra Señora del Rosario de Vila. Mientras tanto, Baptista, que en Eivissa vivía y trabajaba con un nombre falso, José Pereira Sousa, estaba en paradero desconocido.

La Guardia Civil llegó a entrevistarse con Baptista, pero las fuerzas y cuerpos de seguridad le perdieron la pista.

La investigación se llevó a cabo con gran sigilo y se llegó a especular con la posibilidad de que Batpista se hubiese refugiado en Portugal o en Brasil. Sin embargo, el presunto homicida fue ubicado en septiembre en Holanda, donde fue arrestado finalmente.