­Julia Boada rompió a llorar. Este fue su comportamiento tras ser puesta a disposición judicial el pasado lunes. El magistrado de Bundaberg les comunicó entonces los cargos a los cuatro detenidos. De ser condenados, podrían cumplir una condena máxima de cadena perpetua.

Ninguno de los cuatro españoles detenidos en el Puerto de Bundaberg tiene antecedentes penales. Durante su comparecencia ante el juez, los cuatro acusados fueron asistidos por un traductor español y contaron con la asistencia letrada de un abogado de oficio, Thomas Bray. Su próxima vista se fijó para el próximo 12 de enero.

El cónsul de España, Gerardo Bugallo, aseguró que hasta que no comience la próxima vista judicial no se podrán contar con más detalles sobre los cargos concretos de que se les acusa. No obstante, el diplomático tiene previsto trasladarse en los próximos días a Bundaberg para conocer más de cerca el caso de estos cuatro españoles detenidos por narcotráfico.

Solo en su territorio consular se encuentran encarcelados una docena de españoles. La mayoría de ellos por delitos relacionados con el narcotráfico.

La Policía considera que se trata de una de las mayores operaciones contra el tráfico de drogas desarrollada nunca en Australia. No solo por la importante cantidad de droga. También intervinieron una gran cantidad de dinero en efectivo.

La Policía australiana sospecha que los cabecillas de la organización pudieran estar en contacto con algunos grandes carteles mejicanos de la droga.