Las lluvias más intensas registradas en Mallorca en los últimos sesenta años –con 294 litros por metro cuadrado en dos días en Orient– provocaron ayer el desbordamiento de al menos dos torrentes e infinidad de incidentes repartidos por toda la isla. El agua anegó las obras inacabadas del tren de Manacor a Artà y varias fincas de Alaró, junto al torrent Solleric, así como la carretera de es Murterar, que tuvo que ser cortada. La Guardia Civil permanecía además muy pendiente de otras carreteras donde la circulación complicada a causa de desprendimientos o por el agua acumulada.

Pese a la cantidad récord de lluvia caída sobre Mallorca en los últimos días, no se produjeron siniestros de especial gravedad. Los Bombers de Palma no tuvieron ninguna intervención destacable, mientras que los Bombers de Mallorca realizaron dos achiques en Inca –uno en el aparcamiento del cuartel de la Guardia Civil, donde se acumularon 25 centímetros de agua al estropearse un sumidero– y otro en el Port de Pollença.

En Sóller, las lluvias que hasta la mañana de ayer sumaban 170 litros por metro cuadrado, provocaron diversas inundaciones en subterráneos y el desprendimiento de rocas y bancales sobre algunas carreteras del valle.

Así lo señaló la Policía Local que, además, cerró al tráfico la calle Sa Torrentera, debido al aumento del nivel de agua que ayer fluía por el torrent Major. En su tramo final del Port de Sóller, el principal torrente del valle se quedó a un metro de su desbordamiento.

En cuanto a inundaciones, las más destacadas se localizaron en Ca les Ànimes, en los mismos edificios que colindan con el nuevo colegio público y que ya sufrieron la aparición de agua durante las obras de construcción del centro. En estos subterráneos se acumulaban ya 50 centímetros de agua.

La Policía señaló que se registraron diversos desprendimientos de rocas y algunos bancales sobre el asfalto en vías como la carretera de acceso al túnel de Sóller, el coll de Sóller o la vía que sube al Puig Major.

También se registraron daños en el camino de Cas Patró Lau donde un marge se desprendió sobre la carretera, al igual que ocurrió en el camino de Sa Figuera.

El Torrent Solleric se desbordó en dos puntos en el término municipal de Alaró. En uno de ellos, junto a la carretera a Consell, se debió a un puente, que quedó taponado por toda la maleza arrastrada por el agua. Fuentes de la Policía Local indicaron que no había casas particulares afectadas, y que el agua solo había anegado fincas agrícolas.

Por la tarde se desbordaron también los torrentes de Sant Miquel y Búger, lo que obligó a cortar la carretera de sa Pobla a es Murterar. La Guardia Civil de Tráfico tenía controlados otros tres puntos conflictivos de la red viaria: la carretera de Sóller a Deià, la de Formentor y la que va de Santa Margalida a Son Serra, donde se produjeron desprendimientos sobre la calzada, aunque por la tarde permanecían abiertas.

Las paralizadas obras de la línea ferroviaria Manacor-Artà también

sufrieron inundaciones en distintos puntos. Se calculan considerables pérdidas económicas. La imagen del tramo comprendido entre la estación de Son Servera hacia Cala Millor era sorprendente. El alcalde serverí, Pep Barrientos, recordó que en la reciente reunión de los alcaldes con el conseller de Agricultura, Medio Ambiente y Movilidad del Govern, Gabriel Company, les aseguraron que todo lo relativo a la línea de tren suspendida estaba controlado y que no habría riesgos. Al comprobar ayer tan elevada acumulación de agua, Barrientos afirmó: "Como veis esto se ha convertido en el río más caudaloso de Mallorca; lo único que podemos hacer es alquilar velomares como una oferta turística más". Vecinos que padecieron dificultades para acceder a las parcelas de Ca s'Hereu (confluencia calle Elisa Servera), y otros titulares de fincas situadas cerca de las obras paralizadas del tren o junto a la nueva variante, también se quejaron. Algunos residentes criticaron que ellos avisaron hace cierto tiempo a los promotores de las obras del peligro de posibles inundaciones. Múltiples terrenos agrícolas y varias casas, gravemente perjudicados.

El 112 tenía registrados hasta ayer al mediodía 163 incidentes, la mayoría de poca importancia. Las islas seguían ayer en alerta amarilla por las fuertes lluvias.