La fiscalía reclama penas que suman 18 años de cárcel para los cuatro propietarios de un local nocturno de Eivissa por exceder el nivel máximo de ruido permitido en numerosas ocasiones. El alto volumen de la música del establecimiento, que solo tenía licencia de teatro, generó once denuncias de los vecinos y la apertura de ocho expedientes sancionadores por parte del ayuntamiento. El juicio se celebrará el próximo martes en la Audiencia Provincial.

Según el ministerio público, tres de los acusados abrieron un bar en la calle Pedro de Portugal de Eivissa en diciembre de 2005 pese a no tener licencia de apertura. En los meses siguientes, los vecinos presentaron hasta cinco denuncias ante la Policía Local, que comprobó que el nivel de la música excedía el máximo permitido. El Ayuntamiento sancionó a los dueños con 1.202 euros.

A finales de 2007, los acusados traspasaron el local a otra persona, que fue denunciada en otras seis ocasiones en apenas dos meses por el excesivo volumen de la música. El ayuntamiento abrió otros seis expedientes contra el local y le impuso 1.800 euros de multa.

El fiscal entiende que estos hechos constituyen un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente y que además se infringieron varios decretos autonómicos contra la contaminación acústica. Así, reclama cinco años de cárcel para las tres personas que abrieron el local inicialmente y tres años de reclusión para el último propietario. Además, solicita que indemnicen a los vecinos perjudicados con 3.000 euros y que el bar sea clausurado.

LA CLAVE

DELITO MEDIOAMBIENTAL

La fiscalía considera a los cuatro acusados autores de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente por el ruido del bar, por el que solicita penas de entre tres y cinco años de prisión.