­La Policía Nacional arrestó a los propietarios y una empleada de un local de compra-venta de oro en Palma por los delitos de estafa y falsedad documental, ya que presuntamente engañaban a los particulares que acudían a vender sus alhajas, con lo que llegaban a abonarles hasta 1.000 euros menos de lo que deberían. Los investigadores descubrieron ocho operaciones supuestamente irregulares realizadas durante el último mes.

Según informó ayer la Policía, el caso se descubrió a finales de septiembre, cuando una persona que había vendido unas piezas de oro presentó una denuncia al sentirse estafada cuando, al solicitar un justificante de la venta, se negaron a dárselo.

Los investigadores de la Policía realizaron diligencias que les llevaron a localizar toda una serie de operaciones irregulares.

De las pesquisas policiales se desprendía que los responsables del establecimiento engañaban a los vendedores, al tasar las piezas como si el oro tuviera menos quilates de los que realmente tenían. En algunas de las operaciones inspeccionadas por los investigadores se puso de manifiesto que habían abonado a un vendedor 1.470 euros por sus alhajas, que realmente valían 2.750 euros.

Los responsables del local escribían la cantidad a abonar en un papel aparte de la factura, y hacían al vendedor firmar una hoja en blanco. Todos estos indicios llevaron a los investigadores a considerarles responsables de los delitos de estafa y falsificación documental.

Finalmente fueron detenidos, el pasado día 27, el matrimonio propietario del establecimiento y su empleada, todos ellos de unos cincuenta años. Tras ser conducidos a disposición judicial, quedaron en libertad con cargos.

La Policía descubrió ocho operaciones aparentemente irregulares, pero los investigadores creen que podría haber más.