­La Guardia Civil del puesto de Pollença rescató ayer a tres náufragos, pertenecientes a una misma familia de origen francés, cuyo barco encalló ayer de madrugada en unos acantilados de Cala Figuera, en la costa de Pollença. Los agentes lograron poner a salvo a un matrimonio y a su hijo de diez años, que pedían auxilio en la cubierta de la embarcación en medio de un gran oleaje.

La nave, Atair Caen, de bandera francesa, presentaba cuantiosos daños en el casco y se golpeaba de forma reiterada contra las rocas debido a las fuertes rachas de viento registradas y el oleaje.

Los hechos ocurrieron sobre las tres y media de la madrugada de ayer cuando una patrulla de la Guardia Civil fue alertada de que una embarcación con tres tripulantes había encallado en un acantilado en Cala Figuera. Los agentes tuvieron que recorrer dos kilómetros a pie campo a través en una zona muy escarpada hasta que consiguieron llegar al lugar.

Ante la imposibilidad de pedir refuerzos al no haber cobertura y al comprobar que los tres náufragos corrían serio peligro, los guardias civiles decidieron actuar de inmediato. Uno de ellos bajó escalando por una pared del acantilado hasta llegar a las rocas más bajas y desde allí pidió que le lanzaran un cabo con la intención de reducir el movimiento del barco. Mientras, sus compañeros pudieron rescatar por la playa a los tres afectados que fueron trasladados al PAC de Pollença.