Verónica D.M., la joven acusada de la muerte de su novio el pasado 27 de agosto en uno de los apartamentos Pullman, en Cala Major, donde ambos residían y que el pasado jueves por la tarde quedó en libertad tras llevar un mes y medio en prisión provisional, tiene la obligación de presentarse cada día en los juzgados de Palma. La magistrada que investiga el homicidio de Francisco C.A., el joven de 25 años cuyo cadáver fue hallado en el piso en el que vivía con su pareja con varios cortes en el cuello, ha modificado la situación personal de la imputada y ha decretado su libertad provisional debido a que las pruebas científicas no implican a la sospechosa.

El laboratorio de la Policía Nacional no encontró sangre ni ADN en la ropa de Verónica, ni en un cuchillo ni en el difusor de la ducha de la casa. Si bien los investigadores, sí detectaron restos biológicos en el tirador de la puerta de un armario y en las uñas del fallecido. Estas pruebas eran fundamentales para la resolución del caso, por lo que ahora el Grupo de Homicidios continúa con las pesquisas.

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