Los automovilistas que enfilaban el túnel de Bendinat y se disponían a seguir en dirección a Andratx eran desviados hacia Palma. El fuego amenazaba con alcanzar la autovía. Aviones y helicópteros hacían innumerables vuelos para contener las llamas. De hecho, el centro de mando se situó en esta curva de incorporación a la carretera y desde allí se coordinaban las labores de extinción. El fuego se atacó con más intensidad en el lado más cercano a la autopista . Muchos conductores ralentizaron la marcha sobremanera para observar en primera fila cómo combatían el avance del fuego los medios aéreos de extinción. Las llamas treparon monte arriba y allí se les siguió arrojando cortinas de agua.