Un empleado del aeropuerto de Son Sant Joan consiguió hacerse con un importante sobresueldo a costa de los carritos de facturación de maletas. A lo largo de este año, este individuo sustrajo un millar de portaequipajes, una quinta parte, de la flotilla de 5.000 con que cuenta el aeródromo palmesano.

Efectivos del Cuerpo Nacional de Policía en Son Sant Joan detuvieron a este trabajador de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) por la sustracción de los carritos. El valor de estos portamaletas se calcula en unos 400.000 euros. Él obtuvo unas ganancias netas de uno 25.000 euros con estos hurtos

Este empleado de mantenimiento de Aena logró hacerse con estos carritos sin despertar sospechas. Tenía acceso tanto a la pista como a numerosos puntos de Son Sant Joan. No resultó extraño, por tanto, que recogiera los portamaletas que se encontraban dispersos y abandonados y los introdujera en el vehículo de la compañía.

De esta guisa, con el logotipo del aeropuerto en la furgoneta, se presentaba habitualmente en un desguace del polígono Son Castelló. El empleado lucía claramente su tarjeta de Aena para tratar de aparentar que se encontraba trabajando. Las últimas sospecha las disipaba con un ardid: cortando los carritos. Gracias a ello daba la sensación de que eran portaequipajes inservibles.

Lo que verdaderamente le interesaba a este empleado era el pago por el acero inoxidable de los carritos. Siempre se decantaba por los más caros. Desechaba los más pequeños de la zona de embarque que apenas le podían reportar beneficios.

Ante la progresiva desaparición de estos carritos, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía en Son Sant Joan abrieron una investigación para tratar de determinar el paradero de los portamaletas. En primera instancia, una persona fue sorprendida cuando se apoderaba de un carro de acero. Los investigadores constataron que se trataba de un hecho aislado.

Los funcionarios prosiguieron con las averiguaciones en distintos desguaces. Finalmente, los agentes localizaron un centro de reciclaje donde acudía con asiduidad el empleado de Aena con los carritos del aeropuerto.

El ingente volumen de carritos que había vendido el trabajador de Aena en este establecimiento sorprendió a los mismos investigadores. Con todas estas pruebas, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron al empleado de Son Sant Joan por la sustracción de los carritos.

Usurpación de estado civil

Por otra parte, agentes de la misma Comisaría del aeropuerto detuvieron a un colombiano por un presunto delito de usurpación de estado civil y estafa. El arrestado se apropió del número de cuenta de un ciudadano alemán y consiguió hacerle cargos de llamadas telefónicas a su nombre por valor de 900 euros.

Las pesquisas se iniciaron hace un mes. El ciudadano alemán denunció que alguien había contratado una línea telefónica a su nombre. No tardaron en llegarle las facturas por llamadas que nunca había realizado.

A continuación, los funcionarios averiguaron que el impostor hacía buena parte de las llamadas siempre a los mismos números. Una parte a Ecuador y otras a Madrid. En la capital se habían hecho recargas con su número.

Los policías averiguaron que la persona con la que contactaba en Madrid era su exnovia. También era la destinataria de las recargas del móvil. De hecho, los policías de Palma contaron con la estrecha colaboración de sus homólogos de la capital.

A continuación, los investigadores arrestaron al presunto autor de la estafa al ciudadano alemán en Inca. Tras su detención, los policías lo pusieron a disposición judicial.