Un anuncio publicado en Internet poco antes de la muerte de Jacques Métais podría acabar siendo una prueba de cargo contra la sospechosa. En él, se anunciaba que la embarcación de la víctima, amarrada en Ciutadella, estaba en venta "por enfermedad". Pero quienes vieron al hombre días antes de su fallecimiento aseguraron al diario francés La Provence que parecía estar "en plena forma". Otro detalle que podría ser revelador: un navegante interesado en la oferta llamó al teléfono del anuncio el 26 de septiembre, el día que según su confesión, la sospechosa cometió el crimen. Según contó este testigo al citado periódico, la mujer le explicó que vendía el catamarán "por la muerte, probablemente próxima" de su marido. Este es uno de los indicios que llevan a los agentes encargados del caso a sospechar que la mujer pretendía acabar con la vida del hombre y ocultar su muerte para adueñarse de la pensión de jubilación que cobraba.