El incendio que calcina la Serra de Morna de Eivissa, en el municipio de Sant Joan de Labritja, se encuentra "estable" y podría ser controlado a lo largo de las próximas horas. El dato más significativo, según manifestaron desde la Conselleria de Medio Ambiente es que el fuego "no crece".

De mantenerse las actuales condiciones favorables, el fuego podría quedar controlado este mismo fin de semana. El incendio afectó a un perímetro de unos 20 kilómetros. En un principio se indicó que podría haber afectado a unas 1.440 hectáreas. Las últimas mediciones han concretado y reducido sustancialmente la superficie calcinada. Un total de 1.230 hectáreas es el área de vegetación que ha sido castigada por este incendio.

Aprovechando las condiciones favorables, los servicios de extinción actuaron ayer con mayor intensidad. Un total de 14 medios aéreos —seis Canadair, dos Air Tractor, tres helicópteros de la Conselleria, otro helicóptero de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y dos aviones de vigilancia y supervisión— operaban ayer en la zona.

A estos medios hay que sumar el importante número de efectivos terrestres, en torno a 500 personas, que luchan contra el fuego a ras de suelo. Un total de 250 militares de la UME, 70 miembros del Instituto Balear de la Naturaleza (Ibanat), bomberos del Consell de Eivissa, guardias civiles, policías, técnicos y voluntarios se dedican con denuedo a esta tarea. Ayer estaba prevista la incorporación de una brigada más procedente de Valencia, que junto a Cataluña, colaboran en el control.

Desde la Conselleria de Medio Ambiente subrayaron que las condiciones con las que se toparon el pasado miércoles en la Serra de Morna eran "las peores posibles". El viento sopló con más intensidad durante la noche (cuando los medios aéreos no podían actuar), el calor era muy intenso y la humedad muy baja, Ahora, estas circunstancias han mejorado sensiblemente.

En rueda de prensa, la consellera de Interior en funciones, Pilar Costa, aseguró ayer que el incendio en la Serra de Morna "ha mejorado considerablemente". No obstante, Costa explicó que todavía hay "puntos calientes" en el perímetro trazado en torno al fuego. Algo más de 1.000 hectáreas están completamente calcinadas, mientras que otras zonas de pinar están intactas.

La consellera de Interior en funciones reconoció que el incendio "ha ido evolucionando positivamente". Pilar Costa se mantuvo cauta y recalcó que no se puede predecir cómo va a continuar. El viento ayer soplaba fuerte, aunque cambió hacia el este.

En esta dirección se encuentran las viviendas que están siendo protegidas. Los numerosos medios aéreos, entre hidroaviones y helicópteros, están refrescando las zonas más calientes.

A pesar del importante número de efectivos desplazados a sofocar el incendio en la Serra de Morna, la consellera señaló que "es muy complicado llegar hasta la zona afectada porque la orografía lo dificulta".

El corte del suministro eléctrico, que el viernes afectaba a los vecinos de Cala de Sant Vicenç, pudo ser solucionado temporalmente, pero los usuarios que se quedaron sin teléfono continúan sin acceso a él porque la zona todavía está "muy caliente".

Control "casa por casa"

Los efectivos de protección civil y de emergencia están acompañando a los propietarios de las viviendas que quieran entrar a ellas. También se están revisando las carreteras y los accesos, y se está controlando "casa por casa" para comprobar que sus habitantes no tengan problemas de movilidad. Como medida preventiva se ha cortado la carretera que va desde Cana Pepeta hacia San Carlos y otras secundarias como el camino viejo de Portinatx y el camino de Sa Cala.

El incendio comenzó en la falda de la Serra de Morna, llega hasta el mar, entre la Cala d'en Serra y el Racó de Sa Talaia, en Sant Vicenç de sa Cala, y en el otro extremo incluye el Puig des Fornàs.

Ayer por la tarde, el conseller de Medio Ambiente en funciones, Gabriel Vicens, se desplazó hasta Eivissa para comprobar in situ cuál es el estado de la zona. También puso en marcha un estudio para recuperar cuanto antes la vegetación afectada. Un estudio de similares características se hizo en la isla el año pasado tras el incendio de Benirrás.

Los municipios afectados por el mayor incendio ocurrido nunca en Eivissa, Sant Joan de Labritja y Santa Eulària, piden que sea declarado zona catastrófica.