Dos niñas de corta edad llorando desconsoladas en plena calle por la noche despertaron la alarma. La Policía detuvo a la madre de las dos pequeñas por abandono de menores. También arrestaron a una amiga de la progenitora por oponer resistencia a la detención.

Los hechos se iniciaron la noche del lunes en la calle General Ricardo Ortega de Palma. Los vecinos llamaron a la Policía alertados al ver cómo dos niñas pequeñas lloraban en plena calle sin que nadie les hiciera el menor caso.

Un coche patrulla del Cuerpo Nacional de Policía se desplazó hasta el lugar. Sin embargo, no consiguió dar con las dos niñas. Después de inspeccionar la zona, los funcionarios no encontraron el menor rastro de las menores.

Unas horas después, los mismos policías se vieron obligados a regresar al lugar. Otra llamada al 091 les alertó. Al llegar a esa calle no había la menor duda. Los gritos de una acalorada discusión procedentes de un piso eran perfectamente perceptibles desde la calle.

Cuando los policías subieron a un domicilio presenciaron cómo un hombre y una mujer se encontraban peleando. Mientras tanto, dos niñas de corta edad no paraban de llorar. Eran las mismas que habían sido avistadas en la calle unas horas antes. La madre, por su parte, permanecía impertérrita durante el conflicto.

La amiga de la madre se había enzarzado en una violenta disputa con su cuñado. Al parecer, las dos mujeres pretendían instalarse en ese domicilio a toda costa, pese a la oposición de los inquilinos. El cuñado y la hermana de la amiga de la madre les habían acogido de buen grado hace unos días para evitar que durmieran en la calle.

La insistencia fue a más. Las dos mujeres empezaron a propinar una serie de golpes en el mobiliario de la vivienda. Ante el temor a que cobrara mayores dimensiones, los policías avisaron a refuerzos. Tres coches patrulla llegaron como apoyo.

En primera instancia, los policías pidieron plaza en un centro de acogida para alojar a las dos niñas y a las mujeres. Ambas se negaron en rotundo. De hecho, la madre de las pequeñas arrojó despectivamente `a los funcionarios el libro de familia. "¡Haced lo que queráis con ellas!", replicó la madre mientras escenificaba el total desapego de sus hijas.

Al informarles de que estaban detenidas por un presunto delito de abandono de menores, su actitud se tornó hostil. Los policías detuvieron a ambas. El abuelo de las niñas apareció en el lugar y se comprometió a encargarse de las pequeñas. No obstante, él ya acogía a otra niña de seis años y reclamó ayuda para la manutención de las tres menores.