­Una mujer de 32 años fue detenida el pasado domingo por la Policía Local de Palma después de que presuntamente atropellara adrede a su ex compañero sentimental tras mantener con él una discusión. Los hechos ocurrieron en el interior de la plaza de la Guardia Civil de Palma. El hombre, que sufrió diversas contusiones al ser alcanzado por el turismo, se levantó y se fue corriendo a la Comandancia a pedir ayuda, mientras que la conductora se dio a la fuga. Pero poco después volvió al lugar y fue arrestada.

Los hechos, según informaron fuentes de la Policía Local, ocurrieron sobre las ocho de la mañana del domingo. Un hombre se dirigió corriendo a la entrada de la Comandancia de la Guardia Civil de Palma. Aparentaba estar muy asustado y explicó al guardia que estaba allí que su ex novia le había intentado matar atropellándole con el coche. El guardia se asomó a la calle Manuel Azaña y tuvo tiempo de ver un Citroen Xsara que se daba a la fuga.

Poco después, mientras el hombre seguía allí explicando lo que había pasado, vieron pasar de nuevo el turismo. Los guardias le dieron el alto y comprobaron que la conductora aparentaba estar completamente borracha. Ante la posibilidad de que se tratara de un delito contra la seguridad del tráfico, decidieron avisar a la Policía Local, que se hizo cargo del caso.

La mujer se negó inicialmente a someterse a la prueba de alcoholemia, pero accedió cuando le dijeron que iba a quedar detenida por desobediencia. Dio positivo, con una tasa de 0,70, por lo que fue igualmente arrestada por un delito de conducción bajo los efectos del alcohol.

La víctima, un colombiano de 44 años, relató a los agentes que habían mantenido una relación sentimental, pero que habían cortado hacía meses. Él pensaba regresar esta semana a su país, y la noche anterior habían quedado para cenar. Esa mañana, cuando se despidieron en la intersección de las calles Manacor con Manuel Azaña, ella se subió con el coche a la acera y le habría atropellado intencionadamente.

Marcas en el capó

La víctima tenía diversos golpes en la espalda y durante la inspección del vehículo los agentes encontraron las marcas de sus manos en el capó, coincidiendo con su versión. Además, un testigo se acercó poco después al cuartel para explicar que había presenciado lo ocurrido, y que vio cómo el coche se subía a la acera y atropellaba al peatón.

El hombre manifestó que no quería poner una denuncia contra ella, ya que esta misma semana tenía previsto regresar a su país y dijo que no quería volver a verla. Los policías imputaron a la conductora, además de la conducción bajo los efectos del alcohol, un homicidio en grado de tentativa.