­Un ciudadano de origen rumano detenido esta semana por la Policía Nacional en Palma por explotar laboralmente a un compatriota y obligarle a mendigar por las calles para que le entregara el dinero obtenido ingresó ayer en prisión por orden judicial. La víctima denunció que vivía esclavizada, sin recibir ningún salario y que era coaccionada para ejercer la mendicidad en Palma. Según la versión del perjudicado, el sospechoso le hizo una falsa promesa de trabajo en su país y, una vez en la isla, le instó a pedir limosna bajo unas condiciones abusivas para saldar una deuda por el viaje que le había pagado. El magistrado de guardia de Palma acordó ayer al mediodía prisión provisional eludible con una fianza de 12.000 euros para el arrestado, que negó los hechos.

El Cuerpo Nacional de Policía detuvo esta semana al hombre y también a una mujer rumana por un delito contra los derechos de los trabajadores y otro de coacciones. Los investigadores de la Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsificación (UCRIF) de la Policía continúan con las pesquisas para tratar de averiguar si hay más víctimas que han sido explotadas.

La mujer sale libre

La pareja arrestada fue trasladada ayer por la mañana a los juzgados de Vía Alemania de Palma. Tras prestar declaración, el magistrado del juzgado de instrucción número 11 de Palma, en funciones de guardia, ordenó que la mujer quedara en libertad, mientras que el hombre fue encarcelado con una fianza de 12.000 euros, tal y como había solicitado la fiscalía. El sospechoso negó los cargos y apuntó que todo se debía a una venganza del denunciante.

La víctima reveló que había sido reclutada en Rumanía junto con otros compatriotas por parte del detenido para trabajar en España. En un primer momento estuvo en Andalucía y posteriormente viajó a Palma. Una vez en la isla, fue obligado a mendigar bajo amenazas y coacciones para conseguir dinero que luego debía entregar al sospechoso, según su versión. El perjudicado explicó que apenas tenía libertad ya que ejercían un gran control sobre él.

Sin embargo, el arrestado negó haber captado a los inmigrantes y relató que un grupo de 15 compatriotas viajaron de forma voluntaria el pasado año desde Rumanía a Andalucía para trabajar en el sector de la agricultura en la campaña de la aceituna. El hombre descartó ser el cabecilla de una red y también negó las coacciones y amenazas. Según su versión, después de haber trabajado en el campo en Andalucía, decidió probar suerte en Mallorca. El detenido explicó que la víctima quiso ir a Palma con él de forma voluntaria a buscar trabajo y, como no tenía dinero, él le pagó el billete y luego lo acogió en casa. Al no encontrar trabajo, todos se vieron abocados a mendigar, pero negó haberle coaccionado.