­"Hoy la tierra ha vuelto a temblar y no se descarta que haya más réplicas. Creo que hay un 70% de posibilidades de que haya otro terremoto esta semana. Por eso, la gente está comprando artículos en los supermercados", explica Jesús Carlos Álvarez Crespo, profesor y periodista de la NHK [la radiotelevisión pública japonesa] con gran parte de su familia en Mallorca. Lleva 18 años viviendo en Japón y, según sus primeras impresiones, en Tokio, donde actualmente reside con su mujer, la población trata de volver a la normalidad tras el impacto de haber sufrido el viernes el mayor seísmo de la historia moderna nipona.

Nieves Moreno, otra mallorquina residente en Tokio, relata que en la ciudad "la gente está intentando retomar sus actividades normales". "Hoy lunes [por ayer] es el primer día casi normal", detalla. También ella ha notado el último seísmo de menor intensidad en la capital nipona: "Después del temblor de hoy a las diez de la mañana todo sigue igual". "Han avisado de que habrá cortes de electricidad en distintas zonas de la ciudad, pero no es seguro que corten el suministro", apunta Nieves. "Yo no he ido a trabajar a mi oficina porque mi jefa ha preferido que nos quedemos en casa debido a los cortes de luz que podrían parar el metro", añade la mallorquina. "Pero, en general, la actividad en las calles de Tokio es normal. En los supermercados hay de todo y la gente compra con normalidad", explica la mujer. Lo más preocupante para la población ahora es la alarma nuclear. "Parece que el reactor número 3 ha explotado y que va haber un nuevo tsunami en la zona de Iwate", comenta Moreno.

Mientras, las cuatro mallorquinas de viaje en Japón, Marga Coll, Pola Pericàs, Tere y Paquita Pons, ya están en la recta final de la ruta. "Ahora están en Tokio y todas están bien", explicaba ayer la hermana de Marga, Jero Coll, desde Inca. "Nos han dicho que han ido en metro y que todo está normal. Solo han visto una línea de metro cerrada y algún comercio, también cerrado. Pero en el hotel y en la calle, todo está bien. Parece que hay tranquilidad y no hay estrés", aclara Coll. Las cuatro mallorquinas tienen previsto regresar hoy de Tokio a París, por lo que llegarían a casa mañana miércoles.

Lluc Fluxà, un joven cocinero solleric de 27 años que trabaja en Tokio, también está a punto de abandonar la ciudad para ir a Osaka. Allí pasará unos días y luego cogerá un barco rumbo a China. "Hay cortes de luz y el temor a nuevos seísmos ha hecho que la gente vacíe los supermercados de alimentos, velas y pilas. En algún comercio incluso ha habido bastante pánico. Pero en general veo a la gente tranquila", indica.

Jecar Álvarez ayer volvió al trabajo a la emisora de radio NHK. "Ya hemos notado los efectos del terremoto. La compañía eléctrica de Tokio ha empezado con las restricciones de luz unas horas al día. Las explosiones en las centrales nucleares podrían afectar a la población. De hecho, se advierte de que esta noche o mañana podría llover y sería nocivo si esa lluvia radiactiva llega a Tokio. Además, el desabastecimiento de las tiendas es patente. No se encuentran alimentos básicos: leche, pan, verduras, agua... Algunas tiendas han cerrado antes de lo normal o no han abierto. Los trenes salen con cuentagotas. Las calles están muy tranquilas, solo se ven taxis y autobuses", destaca Jecar Álvarez desde Tokio.