Una fiesta en el domicilio de una amiga fue el pretexto perfecto para desvalijar la vivienda. Uno de los jóvenes arrebató la colección de joyas de la madre. Las alhajas sustraídas estaban valoradas en unos 6.000 euros. La Policía detuvo a dos personas, uno de ellos menor de edad, por el robo en la casa y por allanamiento de morada.

La denuncia la interpuso la madre a la vuelta de sus vacaciones. Después de pasar 15 días fuera con su marido, dejó a sus dos hijas en casa. Al regresar constató que las principales joyas y piezas de oro habían desaparecido.

La hija menor, de 15 años, creyó ver el momento propicio para celebrar una fiesta en su casa. Llamó a una importante cantidad de amigos y se instalaron en la vivienda. De hecho, algunos de ellos llegaron a pernoctar varios días en el domicilio. La mayoría de los asistentes a la fiesta eran menores, con edades comprendidas entre los 13 y los 17 años. No obstante, también había algún adulto entre los invitados.

Mientras la mayoría de los invitados estaba en el salón de la vivienda, Younes, de 18 años recién cumplidos, apareció con la caja de las joyas de la madre de la anfitriona. La hija le recriminó, aunque no logró impedir que sustrajera las alhajas.

Entre la hija y Younes se inició una acalorada discusión. La menor le pidió explicaciones por coger las joyas de su madre. Él hizo caso omiso. Ante la trifulca, agentes de la Policía Local acudieron al domicilio para apaciguar los ánimos.

Durante dos días, algunos de estos amigos se instalaron en el domicilio. Uno de ellos ni siquiera contó con el consentimiento de la menor. Pese a ello, estuvo durmiendo en la vivienda.

Cuando llegaron los padres de viaje, la madre se topó con la desagradable sorpresa de que sus joyas habían desaparecido. A continuación, denunció el robo en la Jefatura Superior de Policía.

Tras constatar que había menores involucrados en el delito, agentes del Servicio de Atención a la Familia (SAF) del Cuerpo Nacional de Policía se hicieron cargo de las investigaciones.

Los policías tomaron declaración a todos los menores que habían acudido a la fiesta en la vivienda. Todos los testimonios apuntaban a Younes J.B. como la persona que había sacado la caja con las joyas y las había mostrado en el salón.

Los investigadores del SAF siguieron los movimientos del principal sospechoso y averiguaron que había vendido algunas de estas joyas robadas en una casa de empeños. En concreto, se desprendió de un cordón de oro, unos pendientes y varios anillos por los que obtuvo una cantidad de 500 euros.