"Eran un grupo de 15 o 20 chavales. Les dije que se fueran de allí con los monopatines porque estaban molestando a los viandantes y además me habían robado una botella de licor. Se acercaron cuatro o cinco y, de repente, desde atrás uno me lanzó el monopatín y me pegó en toda la cara. Me partieron el pómulo pero podrían haberme matado si me dan en la sien". Es el testimonio de Antonio, un comerciante de Magaluf (Calvià), que desde el pasado sábado se encuentra hospitalizado en Palma después de ser agredido por un grupo de jóvenes.

"Me podían haber matado o haberme dejado ciego. Si me dan en la frente o en la sien con el monopatín...", prosigue la víctima, recostada en la cama de su habitación en una clínica de la ciudad. Su hijo también resultó herido. "Cuando mi hijo vio que me estaban atacando, corrió en seguida a defenderme. Se acercó para ayudarme y se enfrentó a los chavales. Consiguió quitarles el monopatín pero también sufrió golpes", confirma el hombre.

El comerciante de Magaluf herido, que lleva más de 30 años trabajando en la zona, padece una doble fractura del pómulo y tiene un nervio afectado. "No tengo sensibilidad en esta zona. Me tienen que intervenir para saber el alcance de la lesión", comenta con preocupación. Los médicos le dieron varios puntos de sutura junto al ojo y ayer tenía el pómulo amoratado e inflamado.

"Espero que pronto los cojan y que paguen por lo que han hecho", destaca el perjudicado en referencia a los autores de la agresión. Ayer por la mañana, su hijo y un vecino interpusieron una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil en Palmanova. Los agentes ya han identificado a varios de los sospechosos, pero las pesquisas prosiguen.

Los hechos ocurrieron el sábado, sobre las cinco y media de la tarde, cuando el hombre recibió la llamada de su hijo, que estaba en el comercio en la zona de Punta Ballena. "Yo no estaba allí. Mi hijo me dijo que le habían robado una botella de licor y que la había recuperado. Entonces, fui a mi negocio y vi a un grupo de 15 o 20 chavales. Llevaban monopatines y dos bicicletas. Mi hijo me indicó quién le había robado y yo les recriminé su acción y les dije que se marcharan de allí porque molestaban a los viandantes. Les dije que se fueran a su casa. Ellos me insultaron e increparon. Entonces, cuatro o cinco se acercaron y uno de ellos de repente sacó un monopatín y me golpeó en la cabeza. Vi que me habían hecho daño y mi hijo salió a ayudarme. Todos se marcharon corriendo. Pero si viera a los culpables, sí que los reconocería", apunta el hombre. Luego, fue trasladado a la clínica.