Tras semanas de copiosas nevadas, que dejaron parte de Alemania bajo una gruesa capa de nieve, el ascenso de las temperaturas de los últimos días ha derivado en un rápido deshielo y en las consiguientes crecidas de los ríos, lo que ha provocado inundaciones en varios puntos del país.

Las aguas del río Meno, que i-nundaron el centro de Fráncfort la semana pasada, obligaron a las autoridades locales a prepararse para afrontar las peores inundaciones de los últimos años. La crecida del río hizo que sus aguas llegaran a los muros de contención. En Wertheim, las aguas que alcanzaron la ciudad comienzan a retroceder. La situación mejoró, pero las autoridades pidieron a la población que se prepare para nuevas crecidas de ríos en Baden-Wurtemberg, Hesse, Renania del Norte-Westfalia y Sajonia.