Un agente de Policía Nacional evitó, en la madrugada del pasado domingo, que un joven prendiera fuego a una discoteca ubicada en el distrito madrileño de Carabanchel, según informó ayer la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil.

El policía se encontraba repostando gasolina y observó cómo este individuo adquiría una garrafa de combustible, mientras comentaba con otro sujeto sus planes, y se dirigía al local para incendiarlo. Una patrulla se dirigió inmediatamente hacia el lugar y los agentes, al apearse del vehículo, observaron a un individuo que estaba arrojando líquido desde una garrafa en una de las puertas de la discoteca, por lo que procedieron a su detención.

Aunque el local estaba cerrado al público y no había nadie en su interior, la discoteca se encuentra en la parte baja de un edificio de viviendas, con el consiguiente peligro para la vida de los vecinos en el caso de se hubiera llegado a propagar el incendio.

Los agentes constataron también que otra entrada de la discoteca, que daba a una calle próxima, había sido igualmente rociada con gasolina con el objetivo de prenderle fuego.