La pésima relación que mantenían Miquel Ll. V. y Anne Wanjiru era vox populi entre quienes les conocían. Todos sus vecinos de la calle Gabriel Cerdà Cànaves, un camino próximo a la ermita del Calvari, habían escuchado sus fuertes peleas y discusiones. "No es que esperáramos algo así, pero se veía venir que acabarían mal", contaban.

La pareja se conoció hace más de 20 años. Él trabajaba como traductor para la ONU y estuvo destinado en Viena, donde conoció a la que sería su mujer, de origen keniata. "Se instalaron en Mallorca, él adoptó y dio sus apellidos al hijo de ella, y unos años después tuvieron otro", apuntaba una amiga de la víctima. Su relación pronto empezó a estar plagada de peleas y discusiones. "Hace unos años ella le clavó un cuchillo", recordaba Antonia Bennàssar, vecina de la pareja. La mujer fue detenida por aquel incidente, ocurrido en 1999 y por el que el hombre sufrió un corte en el cuello.

Los problemas entre ellos eran "constantes". "Durante el último año que convivieron no se hablaban", explicaba una amiga de la mujer. La situación era tan tensa que el hombre llegó a denunciar hace unas semanas a su ex pareja por amenazas. Quienes mejor conocen al hombre le definen como una persona "serio e inteligente" y hay quien apunta que era él quien solía poner freno a las discusiones.

En la finca donde ocurrieron los hechos podía apreciarse ayer el lugar donde quedó tendida la víctima tras el atropello, a unos tres metros de la entrada principal. A las puertas del enorme chalé, varios letreros alertaban de la presencia de cámaras, que podrían ser claves para saber con precisión cómo ocurrió todo.