Un juzgado de menores de Palma ha condenado a tres adolescentes que dejaron en coma a otro de un botellazo hace ahora un año en el Port d´Andratx. Los acusados aceptaron los hechos y se conformaron a cumplir penas de entre nueve meses y dos años de libertad vigilada y trabajos en beneficio de la comunidad por delitos de lesiones. La víctima, un británico de 16 años que estaba de vacaciones en la isla, estuvo más de un mes en estado de coma. La agresión le dejó importantes secuelas de las que todavía se recupera en su país.

Los hechos ocurrieron a principios de agosto del 2009 a las puertas de un local nocturno del Port d´Andratx. Dos grupos de adolescentes británicos y españoles se enzarzaron en una discusión dentro del establecimiento que siguió tiempo después ya en la calle. Uno de los menores británicos recibió durante la pelea un botellazo en la cabeza y cayó desplomado.

La víctima recibió asistencia sanitaria en el lugar y fue trasladado de urgencia a Son Dureta, donde ingresó en estado de coma. Los médicos comprobaron que había sufrido una hemorragia cerebral y que su estado era de extrema gravedad.

La Guardia Civil identificó a tres adolescentes por su implicación en la agresión y uno de ellos, el autor material del botellazo, ingresó en un centro de reclusión por un delito de intento de homicidio.

Hace unos días, los tres reconocieron los hechos durante la vista que se celebró en un juzgado de menores de Palma y se conformaron con las penas que reclamaba la fiscalía.

El principal acusado cumplirá dos años de libertad vigilada y 80 horas de trabajos en beneficio de la comunidad, mientras los otros dos aceptaron nueve meses de libertad vigilada y 40 horas de trabajos.

La víctima salió del coma y fue trasladada a un hospital de Reino Unido dos semanas después de los hechos. Las lesiones que sufrió el adolescente en la cabeza le han dejado importantes secuelas neurológicas de las que, a día de hoy, todavía se recupera.

La indemnización que deberán abonarle los tres condenados no ha sido fijada todavía hasta que se determine con exactitud las secuelas que padecerá la víctima, explicaron fuentes jurídicas.

Larga recuperación

El menor agredido despertó del coma cinco semanas después de recibir el botellazo y afronta ahora un largo proceso de recuperación. Según explicaron sus familiares, que consideraron "muy benévola" la sentencia a los tres agresores, la víctima necesita atención las 24 horas del día y probablemente no podrá seguir sus estudios por las lesiones sufridas.