Tras más de cien horas de búsqueda, la Guardia Civil ha conseguido detener a Alejandro Abarca, el presunto asesino de Ana Niculai, la joven que hace una semana apareció calcinada en el maletero de un coche calcinado en en el camí de s´Amarador, a las afueras de Muro.

Anoche, varias llamadas de vecinos de Búger, que aseguraban haberlo visto, ponían a los agentes sobre la pista de ´el Enano´. Más de una veintena de patrullas se desplegaron por la zona para tratar de capturar al fugitivo que, finalmente, fue localizado a las 7.30 horas de esta mañana en el barranco de Can Frontera, en las proximidades de la depuradora de la localidad de Selva.

Después de pasar por las dependencias de la Guardia Civil en Inca, el presunto autor del asesinato de la joven rumana se encuentra ahora en la Comandancia de Palma. Agentes de la benemérita tratan de averiguar qué es lo que ocurrió el pasado lunes pero De Abarca se niega a declarar.

Alejandro de Abarca, conocido como 'el Enano', es un preso común que cumplía condena en tercer grado en un centro de inserción social de Mallorca y al que tenía que regresar el pasado lunes, día en que desapareció la joven Ana Niculai, que fue hallada calcinada ese mismo día por la noche en el maletero de su coche, en el norte de la isla.

Las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, tras reconocer al preso en varias imágenes tomadas por las cámaras de una gasolinera, establecieron un dispositivo especial de vigilancia para evitar que el presunto asesino escapara de Mallorca. Al mismo tiempo, varios especialistas en retratos robot llegaron de Madrid para colaborar en la operación.

Los agentes trabajaban con la descripción física del presunto asesino: la de un hombre bajito, de metro y medio, con el pelo rapado y que lleva un gran tatuaje en uno de sus brazos.

La detención de Alejandro de Abarca se produce justo una semana del secuestro y asesinato de Ana Niculai, que se cruzó de forma casual en el camino de su asesino cuando iba a abrir un bar en la calle Socors de Palma. Siete días en los que la Guardia Civil ha conseguido resolver un complejo enigma para saber a quién buscar y detenerlo.