Un operativo de Cruz Roja con lanchas y buzos rescató ayer a once de las veintidós personas que estaban atrapadas en viviendas y naves del pueblo cántabro de Caranceja, inundado por el desbordamiento del río Saja, mientras que a las otras once las dejaron en sus casas por seguridad. Según fuentes del Servicio de Protección Civil del Gobierno de Cantabria, el operativo aptó por dejar en sus casas a esas once personas porque el rescate resultaba peligroso. El nivel del agua, que llegó a alcanzar en el pueblo un metro y medio, había bajado 25 centímetros.

Una de las personas rescatadas, Fran Querol, explicó que sobre el mediodía, cuando se encontraba dentro de una nave acompañado por otras siete personas, cayó una " tromba de agua" que "en cuestión de minutos" inundó la zona e impidió que pudieran salir de la empresa para coger sus vehículos. "Cuando intentamos ir hacia los coches había más de un metro y medio de agua", afirmó. Los rescatados fueron evacuados por Cruz Roja y la Guardia Civil desde el acceso a Caranceja por la carretera nacional 634, ya que la carretera autonómica CA-903 ha sido cortada al tráfico porque el agua pasa por encima del puente por el que se accede al pueblo.

La lluvia desbordó parcialmente los ríos Saja, Nansa, Deva y Besaya, lo que obligó a desplazar a todas las dotaciones de bomberos a la zona occidental de Cantabria, la más afectada por las inundaciones, según explicó el consejero de Presidencia de la comunidad, Vicente Mediavilla.