La Policía Nacional ha desarticulado una banda que se dedicaba a la explotación sexual de mujeres de nacionalidad rusa en tres pisos de Palma y Zaragoza. Los presuntos proxenetas facilitaban documentación falsa a las prostitutas, a las que mantenían controladas permanentemente. La operación Murano se saldó con la detención de seis personas: dos españoles, tres rusas y una mujer kazaja.

Fuentes de la Policía informaron ayer de que la operación Murano fue desarrollada por los agentes de la Unidad Contra Redes de Inmigración y Falsificación (UCRIF) de las comisarías de Palma y Zaragoza. Los investigadores llevaban tiempo detrás de una banda que, según se presumía, se dedicaba a explotar sexualmente a mujeres de nacionalidad rusa, a las que introducían ilegalmente en España. La banda facilitaba documentación falsa a las mujeres para que pudieran estar sin contratiempos en territorio de la Unión Europea.

Los presuntos cabecillas de la organización fueron identificados como Tatyana K., ciudadana kazaja de 44 años, y su marido, el español Manuel C.V., de 49, así como dos mujeres rusas, Elena E. y Svetlana G., de 34 y 30 años. Junto a ellos fue detenido también otro español de 35 años, Santiago L.C., que trabajaba para la banda y se encargaba del traslado de las mujeres. Todos ellos fueron detenidos.

En la última fase de la operación, los agentes realizaron tres registros domiciliarios, uno en Palma y dos en Zaragoza, en los pisos de la banda, donde se incautaron de diversa documentación. También fueron arrestadas otras dos mujeres rusas por estancia ilegal en España. Una de ellas además tenía un pasaporte falsificado.

Los cuatro primeros detenidos están acusados de asociación ilícita, falsedad documental y lucro de la prostitución. Alguno de ellos es reincidente en estos delitos.