La Policía Nacional estaba en máxima alerta ayer por la mañana para tratar de evitar un baño de sangre entre familias gitanas de Son Gotleu después de que un joven fuera apuñalado en el pecho por el padre de una chica con la que había salido. La rápida movilización policial permitió detener, sobre las once de la mañana, al presunto agresor, mientras que el herido permanecía en situación estable en el hospital de Son Llàtzer.

La agresión, según informaron fuentes policiales, ocurrió sobre las cuatro de la madrugada de ayer en las inmediaciones de la calle Escola Graduada, en el centro de Palma. Según las primeras informaciones recogidas por la Policía, el presunto agresor iba buscando al joven tras descubrir que había estado con su hija. Sabía que le podría encontrar por la zona de las Avenidas, y estuvo merodeando por allí hasta que le encontró.

En cuanto le vio le propinó dos cabezazos, que le dejaron aturdido y luego sacó un arma blanca y le pegó una puñalada en el pecho, que estuvo a punto de alcanzarle el corazón. El agresor se marchó del lugar, mientras que el herido se acercó por sus propios medios hasta el centro de salud de Escola Graduada. Los médicos que estaban de guardia se percataron de que la herida que tenía en el pecho podía ser muy grave, por lo que le prestaron las primeras asistencias al tiempo que requirieron una ambulancia para trasladarle a un hospital. Ingresó en estado grave en Son Llàtzer. Tenía una fractura en el tabique nasal y una herida de arma blanca que le había afectado un pulmón y había estado a punto de alcanzarle el corazón.

La central de la Policía Nacional fue informada por el hospital de lo ocurrido. Tras tener conocimiento de que se trataba de una agresión entre dos hombres de etnia gitana que se conocían, y ante la posibilidad de que los familiares de la víctima pudieran intentar vengarse, los responsables policiales movilizaron a todos los efectivos disponibles para localizar y detener al agresor. Se trataba, no solo de arrestar al presunto autor de un intento de homicidio, sino de evitar nuevos enfrentamientos entre las familias.

Los agentes fueron ayer por la mañana varias veces al domicilio del sospechoso, en Son Gotleu, pero no le localizaron. Su foto fue distribuida entre las patrullas de servicio y, finalmente, la dotación de un coche zeta le localizó en la calle y le detuvo ayer al mediodía.