Una mujer de 37 años y nacionalidad española, C.C.F., ha sido detenida por la Policía Nacional por agredir presuntamente a la amante de su marido con un rodillo de amasar, intentar clavarle una jeringuilla y causarle lesiones de carácter graves en la cabeza, un brazo y una pierna.

La mujer, que pasó ayer por la tarde a disposición del juzgado de Guardia, se enfrenta a un delito de allanamiento de morada y lesiones graves.

Los hechos ocurrieron el pasado viernes por la noche, en el domicilio de la víctima, de 27 años y con dos hijas, que se encontraban durmiendo en una habitación de la vivienda cuando tuvo lugar la agresión, según ha relatado hoy la Policía Nacional en rueda de prensa.

Según la declaración policial de la víctima, eran las 22.00 horas y hacía apenas unos minutos que había llegado casa, ubicada en la calle Manacor, cuando alguien tocó el timbre.

La joven creyó que podría tratarse de la canguro de sus hijas que había pasado la tarde cuidándolas y abrió la puerta, momento en el sintió un empujón y un fuerte golpe en la cabeza.

Cuando se recuperó, observó que la persona que la había empujado llevaba una media que le tapaba la cara, vestía un chándal de color oscuro y enarbolaba un rodillo de amasar con el que la agredía sin descanso y que le provocó una herida sangrante en la parte posterior de la cabeza.

La presunta agresora, según la víctima, la cogió por el cabello y la arrastró hasta una habitación, donde la tiró al suelo y continuó propinándole golpes con el rodillo y empujándola contra los muebles. En un momento dado, paró y la amenazó de muerte, sacando una jeringuilla con un líquido amarillo de una bandolera negra.

La víctima ha asegurado que la mujer intentó clavarle la aguja -que ha sido intervenida por la Policía para analizar su composición-, pero la joven logró zafarse y quitarle la jeringuilla y la media que le ocultaba el rostro.

La joven descubrió entonces que se trataba de la esposa del hombre con el que mantenía una relación, se desembarazó de ella y salió corriendo a la calle para pedir auxilio.

La Policía la encontró en la calle sangrando copiosamente por la parte de atrás de la cabeza, con la ropa manchada y pidiendo ayuda; cuando los agentes subieron al domicilio donde supuestamente se había producido el altercado, la presunta agresora ya no estaba.

Finalmente, fue localizada y detenida en su domicilio. En su declaración policial, explicó a los agentes que era la esposa del hombre con el que la víctima mantenía una relación y con el que tiene un hijo. No obstante, aclaró que se encontraban en trámites de separación.

La presunta agresora relató que desde hacía meses sospechaba de que su marido mantenía una relación fuera del matrimonio y que, para descubrirlo, puso un dispositivo en el coche del hombre para poder saber a dónde iba y escuchar lo que hacía en el vehículo y que fue así como constató que se estaba viendo con la víctima.

La mujer no tiene antecedentes penales y había denunciado en numerosas ocasiones a su marido por presuntos malos tratos.

La víctima, por su parte, tuvo que ser ingresada por politraumatismo, heridas causadas por objetos cortantes, contusiones en brazo y pierna y fractura del codo derecho