La vivienda donde se cometió el crimen olía, cuando llegó la Policía, a gas. La autopsia practicada a la mujer no detectó indicios de que esta hubiera muerto intoxicada, por lo que la Policía cree que fue el sospechoso quien, tras dar muerte a su pareja, trató de quitarse la vida inundando el piso de butano pero que acabó desistiendo y se marchó.

Este supuesto intento de suicidio hizo temer a la Policía que la búsqueda del acusado concluyera con el hallazgo de su cadáver. Sin embargo, cuando el hombre fue localizado no presentaba ningún signo de haberse autolesionado.