Un crimen brutal. Joana Maria Rebasa Bennàssar, la mujer de 43 años que fue hallada muerta anteanoche en su domicilio del Camp Redó, en Palma, recibió numerosos golpes en la cara y la cabeza, fue asfixiada y presentaba una cuchillada en el cuello. Además, el asesino mutiló los pechos de la mujer, que sufría una discapacidad psíquica, y los dejó en una bolsa junto al cadáver antes de huir de la vivienda. La autopsia reveló ayer que la muerte se produjo unas 24 horas antes del hallazgo, por lo que el homicidio se habría cometido entre la tarde del miércoles y el jueves por la mañana. La Policía Local de Sant Llorenç des Cardassar detuvo anoche al compañero de la víctima y principal sospechoso, José Juan P.P., de 53 años y que padece una discapacidad psíquica, después de una intensa búsqueda por toda la isla durante todo el día.

La imagen del presunto homicida fue distribuida a todas las patrullas del Cuerpo Nacional de Policía, la Policía Local de Palma y la Guardia Civil. El hombre, nacido en Barcelona, carece de antecedentes y hace unos años ya estuvo internado durante un largo periodo de tiempo en un centro psiquiátrico.

La pareja llevaba varios años conviviendo en el piso tutelado donde se produjo el crimen, en el número 7 de la calle Sant Josep de la Muntanya. Fue el tutor de la mujer quien tras intentar contactar con ella varias veces a lo largo del día acudió a la vivienda, el jueves hacia las diez de la noche, y encontró el cadáver. Cuando la Policía llegó al lugar halló a la víctima en una de las habitaciones, con un cuchillo de mesa, con sierra y acabado en punta, clavado hasta el mango en el cuello y vestida con una chaqueta ensangrentada. Además, le habían seccionado los pechos, que aparecieron en el interior de una bolsa de plástico junto al cuerpo. Los agentes del grupo de Homicidios inspeccionaron con detenimiento la escena antes de que, hacia la una de la madrugada, los empleados de la funeraria retiraran el cadáver tras recibir la autorización de la jueza de guardia.

Conjunción de causas

La autopsia, practicada ayer por la mañana en el Instituto Anatómico Forense, reveló que la mujer falleció por una conjunción de causas. La víctima presentaba un shock traumático debido a los numerosos golpes recibidos en la cara y la cabeza y además había sido asfixiada. La cuchillada que recibió en el cuello no fue mortal de necesidad, ya que no el arma no afectó a ningún órgano vital ni le seccionó la carótida, según la necropsia. Parece ser que la mutilación de los pechos se produjo cuando la mujer ya había fallecido. El médico forense determinó que la muerte no era reciente, ya que el cuerpo no estaba rígido cuando fue hallado, y concluyó que el fallecimiento se había producido hasta 24 horas antes de que se encontrara el cadáver.

El presunto homicida dejó abierta la espita del gas del domicilio, al parecer en un intento de suicidarse, antes de huir. La mujer nunca denunció malos tratos.

El amplio dispositivo que las fuerzas de seguridad pusieron en marcha para dar con el sospechoso dieron ayer sus frutos. La Guardia Civil puso sobre aviso a la Policía Local de Sant Llorenç des Cardassar dado que el presunto homicida cuenta con familiares en el municipio y cabía la posibilidad de que acudiera allí, según fuentes policiales de la citada localidad.

Un policía acudía al trabajo para empezar su turno de noche cuando descubrió al sospechoso en la carretera que va del municipio a Porto Cristo, por lo que pidió refuerzos. Acto seguido otros agentes acudieron al lugar, donde detuvieron al compañero de la mujer asesinada, quien se identificó como José Juan P.P. y no opuso resistencia, según las fuentes. La Policía de Sant Llorenç entregó al sospechoso a la Guardia Civil, quien a su vez lo entregó a la Policía Nacional para su traslado a la Jefatura Superior de la Policía de Palma para su interrogatorio y realizar la instrucción pertinente, antes de pasar a disposición judicial.