La fiscalía de Italia solicitó ayer cadena perpetua para la estadounidense Amanda Knox y el italiano Raffaelle Sollecito por el asesinato en 2007 en la ciudad de Perugia de la joven británica Meredith Kercher, estudiante del programa de intercambio universitario Erasmus.

Los fiscales Giuliano Mignini y Manuela Comodi formularon esta solicitud durante una de las vistas del juicio que se celebra en Perugia y que comenzó el pasado 16 de enero con la sospecha de que un "juego erótico" propició la muerte de la joven.

La petición de cadena perpetua, a la que se suma la solicitud de 9 meses de aislamiento diurno para Knox y 2 meses para Sollecito, fue leída en presencia de los propios acusados, quienes durante todo el juicio han defendido su inocencia. El ´caso Meredith´ está ahora más cerca de resolverse, con una sentencia definitiva que se espera que se dicte a principios de diciembre.

Knox, compañera de piso de la joven británica en Perugia en el momento de su muerte, y Sollecito, por entonces novio de la estadounidense, son los dos acusados sobre los que queda por dictar sentencia, después de que en octubre del año pasado se condenara, por la vía del juicio rápido, a 30 años de cárcel por su implicación en los hechos a Rudy Guede, de origen marfileño.

Kercher fue encontrada medio desnuda y apuñalada en el cuello el 1 de noviembre de 2007 en su casa de la ciudad italiana con "una profunda lesión en la región lateral anterior izquierda y lateral derecha del cuello, de arma de punta y de corte", según el sumario del caso. Las declaraciones confusas y contradictorias de los tres acusados, el descubrimiento de un cuchillo que pertenecía a Sollecito con muestras de ADN de Kercher y Knox, y las huellas de los pies de Guede en el baño han convertido este caso, hasta ahora, en un verdadero rompecabezas.