La víctima del asesinato cometido el pasado verano en Bélgica por el que un joven de 25 años fue detenido y encarcelado anteayer en Palma murió degollada. La prensa de aquel país, que se hizo eco de la noticia del arresto, recordaba ayer que la víctima presentaba un profundo corte en el cuello cuando fue encontrada, en estado muy grave, en un parque de Bruselas.

Ilya Skipor, un ucraniano de 31 años, fue hallado en las inmediaciones de la catedral de San Miguel y Santa Gúdula en la madrugada del 28 de junio pasado y murió poco después. La Policía belga no tardó en identificarle y divulgó su fotografía en los medios de comunicación del país para tratar de encontrar testigos o conocidos de la víctima para tratar de aclarar tanto el móvil como la identidad de los agresores.

Las investigaciones permitieron arrestar a dos sospechosos, entre ellos el supuesto autor material, que al parecer delataron al tercer implicado, un vecino de Palma que para entonces había regresado ya a Mallorca. Las autoridades belgas emitieron entonces una orden europea de detención para capturar al acusado, que fue arrestado por la Policía el pasado miércoles.

Según su declaración, el joven palmesano habría facilitado el arma homicida –un cuchillo de cocina– y vigilado el lugar donde se cometió el crimen. Está previsto que la Audiencia Nacional decida sobre su extradición a Bélgica una vez reciba la petición.