Nueve años de prisión es la pena que cumplirá Tomás C.B. de 37 años de edad, que ayer se confesó culpable de un delito de intento de asesinato cometido en enero de 2007 en Manacor. La víctima es el padre del acusado, que fue alcanzado por un disparo porque le recriminó a su hijo que cogiera su furgoneta sin permiso. La conformidad que mostró el acusado con los hechos y con la pena evitó que el juicio

El día de los hechos el acusado, aprovechando que su padre y su sobrino se habían marchado a comisaría para denunciarle, entró en la vivienda. De allí cogió su escopeta de caza y disparó tres veces contra su padre. En esa ocasión no le hirió porque los proyectiles alcanzaron el vehículo, fracturando el cristal trasero.

El padre regresó más tarde a la finca y lo hizo con la Policía. Le indicaron los agentes que no entraran mientras buscaban a su hijo. Sin embargo, la víctima vio que otro de sus hijos iba detrás de los policías y salió del coche en el que estaba escondido para avisarle. Hasta ese momento Tomás había permanecido escondido detrás de unas palmeras situadas junto al camino que accedía a la vivienda. El acusado, como reconoció ayer, realizó un cuarto disparo. Apuntó hacia su padre, que le estaba dando la espalda, y esta vez no falló. El proyectil le alcanzó el costado.

En ese momento el otro hijo de la víctima, al presenciar como su padre caía al suelo tras recibir el disparo de la escopeta, se abalanzó sobre su hermano. El familiar y la Policía lograron desarmar al agresor. Ya había cargado de nuevo y había colocado tres nuevos cartuchos en la escopeta.

Como consecuencia del disparo la víctima tardó casi un año en poder recuperarse de las lesiones que le ocasionó su hijo.