Ocho presuntos miembros de una red de narcotraficantes que durante varios meses introdujo y distribuyó grandes cantidades de cocaína en Mallorca negaron ayer durante el juicio haber traficado con drogas. Los procesados, para quienes la fiscalía reclama hasta 115 años de cárcel, explicaron que si, bien eran consumidores de estupefacientes no se dedicaban a venderlos.

Los acusados, de origen dominicano, desfilaron ayer ante el tribunal, durante la primera sesión del macrojuicio celebrada en la Audiencia Provincial, para rechazar rotundamente las acusaciones. Según dijeron, nunca formaron parte de una organización dedicada a la introducción y venta de cocaína en Palma, Cala Bona y Manacor. Algunos de ellos afirmaron ante la sala que eran meros consumidores de esta droga.

Los sospechosos, que solo respondieron a las preguntas de sus letrados, se enfrentan a penas que oscilan entre nueve años y medio y quince de prisión por los delitos de asociación ilícita y contra la salud pública. Todos ellos fueron arrestados por la Guardia Civil en marzo de 2008 tras meses de pesquisas, y en sus domicilios se encontraron pequeñas cantidades de cocaína y hachís, así como casi tres kilos de una sustancia de corte.

Los abogados de los presuntos traficantes alegaron ante la sala que se había vulnerado el derecho al secreto de las comunicaciones de los acusados, ya que cuando se intervinieron sus teléfonos móviles no existían, según dijeron los letrados, indicios de delito. Está previsto que el juicio se prolongue hasta el próximo jueves.