Un ciudadano británico aceptó ayer una pena de cuatro años de prisión por haber agredido sexualmente a una adolescente de 17 años en Santa Ponça, en Calvià. El acusado reconoció los hechos, aunque alegó que había ingerido gran cantidad de bebidas alcohólicas y que apenas recordaba lo sucedido.

El hombre, de 55 años, admitió que en la noche del 25 de septiembre de 2008 abordó a una menor en la calle Ramon de Montcada y, tras agarrarla con fuerza por la espalda y besarle el cuello, la violó. El procesado, que trabajaba como camarero en un bar de la zona, explicó que aquel día había ingerido "siete pintas de cerveza y chupitos", ya que varios amigos de su localidad natal le habían visitado por sorpresa. El hombre confesó que abordó a la adolescente cuando regresaba a su domicilio, aunque no recordaba con precisión los hechos.

Aunque la víctima no se presentó al juicio, celebrado en la Audiencia de Palma, su padre declaró que la menor había reconocido al acusado como la persona que la había agredido.

La fiscalía, que en principio solicitaba nueve años de cárcel para el hombre, rebajó esta petición tras llegar a un acuerdo con la defensa. El ministerio público consideró que el acusado actuó bajo la influencia de bebidas alcohólicas y solicitó, al igual que el abogado defensor, una pena de cuatro años de cárcel por un delito de agresión sexual.