Un hombre y una mujer aceptaron ayer sendas penas de seis años de cárcel por haber introducido en España de forma ilegal inmigrantes paraguayas para que ejercieran la prostitución en Mallorca. Los acusados reconocieron en la Audiencia Provincial que se repartieron el dinero que las tres víctimas, que contrajeron con ellos una deuda de 4.200 euros por el viaje hasta la isla, conseguían prestando sus servicios sexuales. El fiscal modificó su calificación inicial de los hechos tras alcanzar un acuerdo con las defensas, por lo que el juicio no se celebró.

Los procesados, una joven paraguaya de 25 años y un español de 38 que están en prisión por esta causa, admitieron que durante el año 2008 se dedicaron a reclutar mujeres en aquel país sudamericano para que ejercieran la prostitución en Palma. Los acusados consiguieron convencer a tres víctimas, que suscribieron un pagaré por importe de 4.200 euros para que les costearan el viaje desde Paraguay a Mallorca. Las tres mujeres viajaron hasta Mallorca haciéndose pasar por turistas y una vez en la isla empezaron a ejercer la prostitución en una vivienda de la calle Albacete a finales del mes de agosto de 2008.

Los dos procesados se repartieron el dinero que las víctimas obtenían con sus servicios sexuales hasta que, un mes después, la Policía los detuvo. Los agentes encontraron en el vehículo de uno de los acusados 8.300 euros, producto de la explotación de las víctimas.

La fiscalía, que en principio reclamaba 22 años de cárcel para cada uno de los acusados, rebajó ayer su petición inicial tras alcanzar un acuerdo con los abogados de los acusados, Jaime Campaner y Gaspar Oliver. Así, los procesados aceptaron sendas penas de cinco años y once meses de prisión por un delitos de favorecimiento de la inmigración ilegal en concurso con otro de explotación de la prostitución, por lo que la vista no llegó a celebrarse.